Como si no existiera el mundo

El mundo no existe, dios tampoco, por eso no hay que escribirlo con mayúscula.
Sólo existe el tedio, la abulia, la soledad y la pesadumbre

miércoles, 3 de abril de 2013

El jardincito del odio

Hay que regar el odio cada dia.

Acordarse del hijo de puta que te jodió la vida, que te la siguió jodiendo, que te calumnió a tus espaldas, que te despidió por envidia o por odio o por miedo.

Hay que desearle la muerte.

Hay que estar pendientes para alegrarse de su fracaso. Hay que saber cuando está terminal, para acercarse a su cama en el hospital y susurrarle al oidio "me alegrooo, te odiooo, te lo mereces".

Hay que follarse a su viuda, mejor si aun está vivo y hay que maquinar lo que pudes hacer si un dia está en tus manos acabar con él. Sí, físicamente también.



Hay que pensar en cómo lo harías si un dia fuera posible ser impune. Tenerlo todo preparado para asestar el golpe en el moemento oportuno.

Hay que desearle que mendigue, para pasar a su lado y mearle en la gorra con la que pide.

Los jardines que no se riegan se secan.

Yo regaré mi odio cada día para no olvidar al que quiso destruirme.